lunes, 30 de agosto de 2010

Estreno liguero con derrota ante el campeón

Primera jornada y primera derrota del racing. la verdad que enfrente teniamos al todo poderoso Barça del, como dijo Ibrahimovic, filósofo Guardiola.

Las cosa se ponía negra nada más empezar el partido con un golazo de Messi. El pulga se va por velocidad de la defensa del Racing, se planta ante un Toño que se queda a media salida y se la pica por encima. 0-1 y todo el partido por delante.

Poco después pudimos empatar tras un rechaze en una falta botada por Kennedy que cayó a los pies de Arana pero que Valdés atrapó sin problemas.

El dominio del Barça fue abrumador, el equipo de Portugal apenas veía la pelota. y cuando la tenía le duraba menos que un helado de Regma al sol.

Y no tardó en llegar el 0-2. Centro de Villa al area que despeja Toño de puños a la frontal y que empala Iniesta de primeras. Golazo.

Minutos después el partido se pudo apretar. Francis, para mí el mejor del Racing ayer, se interna por la banda derecha, pisa área y es derribado por Maxwell. Penalty que no duda en pitar Delgado Ferreiro.

Pero la ley de Murphy es irrefutable. Cuando algo puede salir mal...sale peor. Tchité tira el penalty y Valdés lo para. Qué digo Tchité. Es un hombre nuevo, ahora es Memé. Pero Memé comete los mismos errores que su antepasado: falla las ocasiones más claras, estorba, hace cosas muy raras... esperemos que de vez en cuando también meta goles, pues si mal no recuero el año pasado acabó con 11 tantos.

Volviendo al partido, la cosa se podía haber puesto aún más negra antes del descanso, pero un gol del Barça (no recuerdo de quién)  fue anulado, al parecer por fuera de juego.

La segunda mitad empezó como terminó la primera parte, con el Barça tocando y tocando...y tocando. El Racing corriendo detrás de la pelota. Y el Barça tocando y tocando.

Mediada la segunda parte llegó el gol del guaje Villa, que sentenciaba definitivamente el partido.

Con el partido ya cerrado, Ariel puso a prueba a Valdés. El debutante con el Racing, futuro ídolo del Sardinero (en dos jugadas ya encandiló al público), dispuso de una buena oportunidad tras un pase entre lineas que golpeó seco al palo corto pero que Valdés desvió a corner.

El estadio reventó con el cambio de Iniesta. El campeón del mundo fue ovacionado cuando se retiraba del campo para dejar su puesto a Adriano.

Y la cosa no dió para más. El F.C. Barcelona se llevó, merecidísimamente, los tres puntos del Sardinero.

El Racing tuvo que lidiar con el coco en el primer partido de liga, pero a parte de los fallos defensivos de Henrique y Torrejon, que se vieron desbordados por el ataque culé, y el poco acierto ante la meta contraria, creo que tenemos margen de mejora. Y que este año podemos pasarlo mejor que anterior y no sufrir tanto.

Las buenas sensaciones de los laterales, Cisma y Francis, la voluntad de Kennedy y lo esperazador del debú de Ariel, junto con los galones de Munitis y Colsa, el recuperado Arana y las paradas de Toño, unido al resto de lo que tenemos pienso que tenenmos equipo para mantenernos sin apenas apuros.

Fotos:





Ficha técnica

Racing: Toño, Francis, Henrique, Torrejón, Cisma, Kennedy (Ariel 62), Diop, Colsa (Tziolis 73), Munitis, Tchité y Arana (Adrián 62).

F.C. Barcelona: Víctor Valdés, Maxwell, Abidal, Piqué, Dani Alves, Xavi (Pedro m. 46), Busquets, Keita, Iniesta, Messi y Villa (Bojan 78).

Árbitro: Carlos Delgado Ferreiro, Comité Vasco. Amonestó a Francis, Diop, Adrián, Munitis y Piqué.

Goles:

0-1 M. 2 Rápida acción y precisa por el centro entre Xavi e Iniesta con pase en profundidad a Messi, quien salvó la salida de Toño y marcó hábilmente.

0-2 M. 32 Lanzamiento azulgrana alto al interior del área, desde la izquierda, despejó Toño, de puño, e Iniesta tocó suave, desde la frontal, sin dejar caer el balón, marcando por bajo junto al palo derecho.

0-3 M.61 Avance de Alves por la banda derecha, con envío pasado y cabezazo cruzado de Villa.

Incidencias: Partido inaugural del campeonato de Liga, en Los Campos de Sport. Tarde soleada y calurosa con 19.095 espectadores. En las gradas, numerosos seguidores azulgranas. El público ovacionó a Villa cuando fue sustituido, pero especialmente a Iniesta en su cambio. En el lado racinguista se cayó de la convocatoria Iván Bolado, aquejado de un proceso febril. Puyol, asimismo, estaba en la formación inicial del Barça, pero se lesionó cuando después del calentamiento bajaba la escalera hacia el vestuario.

Video resumen.



Así lo vieron los medios

eldiariomontanes.com

Si jugaran cien partidos seguidos, casi todos serían iguales. De hecho, el Barça jugó el año pasado 38 y sólo perdió uno. Y el de ayer fue uno más para ellos. El Racing no tenía difícil mejorar lo que hizo en sus últimos duelos. Y lo mejoró. Un poquito de casta y un par de buenas intenciones fueron suficientes para que la grada se diera cuenta de que había poco más que hacer. El mejor equipo del mundo pasó por El Sardinero. Y los mejores hicieron su trabajo en dos o tres detalles. Es tan superior que no necesita, ni siquiera, tirar más a puerta que su rival. El Racing tiró diez y ellos, nueve. Pero ganaron cero a tres...

El juego de los de Pep en estos partidos es como esos documentales que hacía Félix Rodríguez de la Fuente. La serpiente se movía lentamente, como durmiendo a una víctima que se creía capaz de huir. Con un punto de pereza remolona. Hasta que llegaba el movimiento letal. En el último instante, la mandíbula del reptil ejecutaba su baile de la muerte. Los Xavi, Iniesta o Busquets abusan de posesión de balón. Parece que su juego es parsimonioso hasta que rondan el área. Allí acude la electricidad. Pero es que si el rival se la roba, lo hace en su campo, cerca de su propia portería. A ochenta metros de la minúscula opción de hacer daño. Y eso desgasta física y mentalmente...

Portugal dijo que quería trabar el encuentro. Robar y salir rápido. La intención le duró todo el partido, pero la realidad le golpeó en la cara a los 180 segundos. Porque Diop salió a morder y Arana y Tchité firmaron dos arrancadas en los dos primeros minutos. Pero a la siguiente llegó el zarpazo. Xavi saca el compás, Iniesta el cartabón y Messi pinta la línea. Un doble cambio de ritmo deja a Henrique sin opciones de vestir nunca la camiseta del Barcelona. Para rematar el lienzo, vaselina. Cuando en el minuto tres, los culés ya han celebrado una, cabe esperar que lleguen muchas...

Pero el Racing estaba empeñado en parecer distinto. Por eso, insistió en su idea de estorbar y de probar el sabor de la cal de la banda. Ni siquiera acudió al patadón y Toño sacó todas con la mano. Arana y Francis fueron lo mejor de la primera parte. El extremo se dejó ver y el lateral dobló a un Kennedy poco participativo en un par de ocasiones. Su único lunar fue una acción estúpida en la que golpeó con las manos a Iniesta, cuando el campeón del mundo le presionaba. Pero Delgado Ferreiro no había venido a meterse en líos y lo saldó con una amarilla.

En media hora, el Racing sumaba tres tiros entre los tres palos y el Barça sólo uno. Dos minutos después, los de Guardiola dispararon por segunda vez. Cero a dos. Toño no acierta a coger un balón sobre la cabeza de Messi y opta por un despeje de puños que no va muy lejos. Sin dejarla botar, la diestra que trajo hasta España la Copa que hace siete días estuvo en el Palacio de Festivales coló el balón en su guarida de redes usando la parábola. Hubo aplausos para Iniesta en un Sardinero lleno de turistas.

Francis y su carrera

Lo mejor del Racing es que tardó tiempo en dejarse ir. De hecho, su mejor futbolista durante la tarde, decidió correr hasta que alguien pudiera pararlo. Francis galopó por la derecha hasta la línea de fondo y dejó atrás a Maxwell, que sólo pudo estorbarle, aunque no lo suficiente para señalar el penalti que sí señaló el árbitro a instancias de su asistente. Tchité (que ahora lleva escrito Meme en su camiseta) quiso empezar a engrosar sus números y hacer creer a la grada y a sus compañeros que tal vez era el día de salir en la portada. Pero su lanzamiento, poco escorado y a media altura, se encontró con otro campeón del mundo. Víctor Valdés terminó con el último resquicio racinguista.

El Barcelona llevaba dos en dos intentos. El Racing fallaba un penalti en el cuarto. Y la estadística no fue perfecta por centímetros. Justo los que permitieron que se levantara la bandera cuando Villa estaba ante Toño en la prolongación de una primera parte que ya había matado el partido. Gol anulado al delantero.

Al descanso, lo más repetido era «esto es lo que hay». Poco que reprochar y, puestos a sacar destellos, las bandas, Francis, algunas intenciones y, al menos, el orgullo que faltó ante el mismo rival hace un año. Portugal sabía que eso no se podía repetir ante una tribuna escéptica.

Al volver, Guardiola lo tenía claro y dejó en la ducha a un Xavi algo tocado. Total, aquí ya estaba todo el 'pescao' vendido. Y es que la segunda parte era una obligación del reglamento. Si hubieran quitado las porterías durante algún rato, no se hubiera notado en exceso. Sólo fue necesaria para que Villa se estrenara en Liga. Y lo hizo sin saltar en el fallo más vistoso de la defensa del equipo local. Balón perfecto de un Alves tan artista con la bola como con el teatro que le lleva al césped en demasiadas ocasiones. El asturiano, con familia en la grada, estaba esperando al fondo su segundo. De cabeza, sin oposición.

Cambios

Llegado a este punto, el fútbol recordó que aún era agosto y el único interés residía en el carrusel de cambios. Y Portugal no estaba como para quitarle algo al respetable. Les puso a los nuevos para que les echaran un vistazo. Ariel y Adrián, primero, y Tziolis, después.

El argentino estuvo egoista. Sólo él acaparó los aplausos y las miradas. Nada más salir, tumbó a tres rivales. Después, un par de buenos controles de espaldas, una jugada perfecta que dejó sólo a Adrián (remató flojo e inocente) y hasta un pase con el exterior pegadito a la cal. Eso y rabia. Sus gestos cuando falló una ocasión demuestran hambre. Esa que tanto gusta aquí.

Y así acabó todo. Los culés están en otro planeta y ganarán casi siempre. Aunque no aceleren. Al Racing lo ganó el Barça, la inercia y la lógica. Cayó derrotado con justicia, pero esta vez, al menos, no pisotearon su orgullo...


as.com

El Barça continúa teniendo la patente del gusto y la efectividad. Sigue fiel al mismo modus operandi al que nos tiene acostumbrados desde que Guardiola es su ideólogo. Primero machaca, sin preguntar ni avisar. Luego regala obras de arte para buscar más adeptos y, para colmo, hipnotiza a sus rivales y duerme los partidos con su toque para evitar sustos de última hora. Así, no sólo vence sino que se marcha ovacionado de los estadios que visita. Ayer, en Santander, no fue una excepción.

Esta vez sólo tardó dos minutos en poner en marcha la maquinaria y en tirar por la borda el plan ideado por Portugal. Bastó con que Xavi, Iniesta y Messi se asociarán de nuevo para lanzar dos mensajes. Uno inmediato, al Racing: se necesita algo más que casta para plantarle cara. Otro dedicado a sus futuros adversarios: las ansias de campeón aún no están saciadas. Desde ese momento pasó algún que otro apuro, es cierto; pero también dejó la misma sensación de siempre como respuesta: mata cuando se lo propone.

El tanto inicial, originado una vez más en las botas de Iniesta y culminado con la magia habitual de Messi (en esta ocasión vaselina con la derecha), silenció El Sardinero pero encorajinó aún más al Racing. Arana y Tchité intentaron probar desde lejos a Valdés y el centro del campo cántabro trabó el juego culé como tenía ensayado. Con mucha presión y las menores patadas posibles. El Racing se sentía herido pero no exhausto. Mordía y se defendía. Tenía opciones y quería agotarlas. Hasta que Iniesta volvió a aparecer para disolver ese pensamiento. Esta vez ni siquiera necesitó asociarse con nadie, como esta joya suele. Se encontró a cinco metros de la frontal con un despeje de puños centrado de Toño y lo devolvió a su lugar de origen, la portería, con sutileza y con calidad. Otro hubiera enviado el regalo al gallinero. Él no. 0-2.

El Racing aún tuvo oportunidad de continuar en la batalla. Francis fue objeto de un penalti inexistente por parte de Maxwell y Tchité, lanzador por inspiración, no lo convirtió. El burundés erraba aunque también es justo decir que Valdés acertó. La grada cargó contra su nueve por acumulación y pondrá velas hoy mismo para que el final del mercado traiga un sustituto.

El desenlace. El resto del partido fue el esperado. El físico abandonó al Racing y con su fatiga aparecieron sus defectos a la par que la comodidad del Barça en la posesión. Guardiola introdujo a Pedro para contrarrestar con su chispa la posible y lógica relajación. Villa se contagió y quiso unirse a la fiesta en un estadio en el que no solía brillar: cabeceó sin despeinarse un centro a la carta de Alves. Ahí murió definitivamente el choque, si alguien, a esas horas, aún lo veía con vida. Sobre todo no hubo más sangre por la generosidad de Messi, que al tener enfrente a su amigo Henrique (cedido por el Barça en Santander), prefirió trotar para no dejar víctimas por el camino.

La afición local se marchó aliviada por haber caído de pie, y no arrastrada como con Mandiá, e incluso se dirigió a casa ilusionada al prever que al fin Ariel traerá alegrías. El Barça, por su parte, volvió a la suya mirando al resto por el retrovisor. Como lo recordábamos.


realracingclub.es

El Racing plantó cara al mejor equipo del mundo

Los aficionados aplaudieron al cuadro cántabro que nunca se entregó

Y el mejor equipo del mundo pasó por Los Campos de Sport. Una plantilla en la que hay ocho jugadores que alzaron la Copa en el Mundial de Sudáfrica y en la que otros tantos bien pudieran haberse proclamado campeones. Título de Liga, de la Supercopa,....

"Felicito a Portugal por su planteamiento atrevido y apostando por el fútbol. Pensé que no se iba a atrever, aunque lo leí, pero felicito al Racing porque ha sido uno de los pocos que nos han hecho frente y nos han puesto las cosas difíciles, jugando al fútbol". Palabras de Pep Guardiola.

Y así lo entendieron también los aficionados que estimularon continuamente a los suyos con gritos de ánimo y aplausos prolongados en varias oportunidades, valorando el buen partido de los verdiblancos, el esfuerzo, la entrega y que nunca bajaron los brazos.

La pena es que el partido comenzó de la forma en que Portugal había puesto más énfasis en evitar. El gol tempranero de Messi (que sigue estando bendecido cada vez que visita El Sardinero), rompió todo el esquema que tenía predefinido el equipo cántabro. Para colmo, con el 0-2, la fortuna se mostró esquiva para el cuadro verdiblanco, que falló un penalti que le hubiera podido meter de nuevo en la pelea. "Evidentemente influye, pero Tchité es fuerte y se va a sobreponer", comentaba resignado el técnico racinguista tras el partido.

Orden y ambición

Y es que los racinguistas se encontraron con un rival al que no le ha frenado prácticamente ningún equipo, que jugaba de memoria, disponía de múltiples recursos, improvisaba con alta cualificación técnica y resolvía bien. Esto es, el Barça demostraba el por qué del título de mejor equipo del mundo, al menos en diversos aspectos del juego.

Por su parte, los cántabros replicaban con orden, organización, decisión, ambición y empuje, ante un rival superior. Los goles azulgranas, en los minutos 3 y 32 parecían desinflar las ansias locales, pero dos tiros lejanos de Arana, otro de Memé y un cuarto de Munitis evidenciaban que el Racing quería más, que no estaba dispuesto a vender tan fácil su piel.

Los reveses locales de la primera fase se concretaron en no sacar fruto del penalti a Francis (minuto 33) y en la capacidad azulgrana para resistir los ataques al toque que ensayaban los verdiblancos. En medio de todo ello el infortunio del pequeño., Toño despeja de puño un balón bombeado e Iniesta hace el segundo, mientras Memé no atina con el penalti. Son las circunstancias del juego que suelen favorecer al grande; por eso siempre lo es.

Aplausos agradecidos

A pesar del resultado, pues, el Racing agradó a los suyos y hasta en cuatro ocasiones escuchó cómo el público agradecía con aplausos su entrega y mejoría. Este equipo era bien distinto al de la temporada pasada. Los debuts de los nuevos (Francis, Cisma, Tziolis, Adrián, Kennedy o Ariel) contribuyeron a demostrar que este va a ser un bloque sólido, que trata de jugar al fútbol a base de buenas combinaciones y que infunde justificadas esperanzas.

La segunda mitad fue casi un calco de la primera, pero con una salida airosa de los locales. Los intentos y el desgaste racinguista merecían el aplauso de la hinchada. Se pusieron de manifiesto, en especial, hasta cumplirse el cuarto de hora y anotar Villa el tercer tanto.

Avanzado el choque Portugal modificó hombres, que no el esquema. Debutaron Ariel, Tziolis y Adrián. En ningún momento se advirtió, a pesar del desenlace adverso, que el Racing volviera la cara. Intentó no entregarse, buscó sus contras y trabajo pasara lo que pasara en el tanteador. Evidentemente el Barça caminaba por otros niveles. Pero los verdiblancos no dejaban de ensayarlo y cayeron con toda dignidad. Considerando quién estaba enfrente y cómo jugó, la afición verdiblanca no cayó en el desánimo y reconoció, con aplausos.

Gustó

"Esta no es la guerra del Racing, pero ha demostrado que es otro equipo; me ha gustado", comentaban aficionados a la salida de Los Campos de Sport, admitiendo que el Racing plantó cara, que nunca bajó los brazos, que nunca se entregó ante el que está considerado como mejor equipo del mundo.

"Esa va a ser la constante: lucha, entrega, darlo todo por la camiseta, pero jugando con criterio y saliendo con toque de balón. Queremos que el aficionado salga contento del estadio y que los racinguistas se sientan orgullosos de su equipo", sentenció Portugal que ya piensa en su siguiente partido, el que nos enfrentará al Valencia, en Mestalla, dentro de quince días.


Así lo vió el mister

Miguel Ángel Portugal reconoció la superioridad del Barcelona, aunque también lamentó el haber encajado un gol muy pronto porque, según explicó, su objetivo era mantener una presión que dificultara la salida del balón del cuadro catalán. "Queríamos tener criterio con el balón, elaboración y llegada", precisó Portugal, para quien la clave estaba en "intentar aminorar el porcentaje de posesión" del Barcelona.

El técnico burgalés opinó que el Barcelona supo "definir con su calidad" y se lamentó de que su equipo no acertara a transformar el penalti de que dispuso, ya que, a su juicio, "hubiese sido un punto de inflexión que nos hubiera metido en el partido al público y a nosotros".

Preguntado por lo peor y lo mejor del Racing, Portugal opinó que se debe mejorar en cuanto a la distancia entre líneas para "estar un poco más juntos" y alabó el "criterio" y la salida de balón. También se mostró satisfecho con el juego ofrecido por los nuevos jugadores del equipo.

Finalmente, al ser preguntado por su opinión sobre este Barcelona en relación al del pasado año, Portugal dijo que "posiblemente sea superior", ya que confesó que siempre le ha gustado mucho David Villa.

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