La 'máquina del sexo' vasca

No, este post no va a tratar sobre Ignacio Allende Fernández, más conocido como Torbe, si no sobre una máquina del sexo vasca de verdad...

Lo siento si al seguir leyendo te sientes engañado, pero esta entrada no va a tratar sobre nada porno, a no ser que seas como Troy McClure y tengas parafilia con peces... El tema central de este artículo es una máquina que en décimas de segundo es capaz de saber si el pez teleósteo perteneciente a la familia de los escómbridos (gracias wikipedia), no confundir con la sarda (como llamamos al verdel en Cantabria), es macho o hembra. Que no es lo mismo si saber si es caballo o caballa. Ya sabrás el porqué de que nunca hayas visto a Cayetano Martinez de Irujo galopando a lomos de una caballa macho ni a un pesquero del norte de España lanzando la red para pescar caballos hembra en el mar Cantábrico.

El nombre menos erótico de la maquina del sexo es 'robot de sexado de caballa', y es una invención de la empresa vasca AZTI-Tecnalia, de Derio (Vizcaya). La máquina integra el brazo manipulador más rápido del mundo, el Quattro (también conocido como Quickplacer), cuya capacidad de aceleración y frenada es cinco veces superior a la de un Fórmula 1, según publicita la euskoempresa. Y, gracias a ese brazo, la máquina del sexo es capaz de discernir el sexo de las caballas a una velocidad endiablada de dos peces por segundo. Verlo en acción sorprende e hipnotiza. Más de lo que lo hace ver moverse la barriga de Torbe.

En la manera tradicional, el sexado de la caballa se hace con los trabajadores al pie de una cinta transportadora por la que viaja el pescado. Cada ejemplar se aprieta a la altura del abdomen y el sexo se infiere por el color del líquido que asoma por su ano. Si es blanco, es semen, así que pertenece a un macho. Si tiene un tono amarillento o anaranjado, se trata de huevas, así que es una hembra. Ahora, la máquina del sexo, protegida por dos patentes, puede hacer esta tarea repetitiva de manera mucho más rápida y eficiente.

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