Primos: mi crítica

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Anoche salí del cine con la seguridad de haber visto la comedia del año. Con una sonrisa tonta, bobalicona. Con una extraña sensación de paz... puede sonar a tontería, pero es lo que me hizo sentir esta película.

Primos es una comedia hilarante pero tierna, tan divertida como conmovedora. Pues los tres protagonistas te hacen sentir cosas diferentes, pero confluyendo en un mismo punto: en el corazón. Pues los tres actores principales derrochan corazón.

Diego (Quim Gutiérrez), al que su novia, Yolanda (Nuria Gago), le ha dejado plantado en el altar es convencido por sus primos Julián (Raúl Arévalo) y José Miguel (Adrián Lastra) para volver al pueblo a buscar a su primer amor: Martina (Inma Cuesta).

A la par de la historia principal transcurren en la piel de los otros dos primos sendas historias secundarias, que a mi ver eclipsan a la historia principal.

La del primo José Miguel (soberbia la interpretación de Adrián Lastra), el hipocondríaco con parche en el ojo, con su novia Toña (Alicia Rubio) y el hijo de Martina, Dani (Marcos Ruiz).

Y la de Julián, el primo chulo y descarado, con el alcohólico Bachi (Antonio de la Torre) y la hija de este, Clara (Clara Lago).

La película transcurre entre multitud de desternillantes momentos. Los tres actores parecen primos en verdad, y aunque son un poco excesivos, cualquier hijo de vecino se puede identificar con ellos. La química entre los personajes es más que palpable y hacen que te creas la película de principio a fin.

Además tiene el aliciente de estar rodada en Comillas, hecho que para el que es de Cantabria hace que te sientas aún más identificado, ya que muchas de las localizaciones nos son familiares. Aunque por ser cántabro me he dado cuenta, como muchos de vosotros, de que hay un gazapo importante. Cuando Julián dice “…y de toda la provincia de Santander”. Parece mentira que nuestra provincia lleve ya casi 30 años llamándose Cantabria.

En definitiva, película muy recomendable. Y un futuro muy esperanzador para Daniél Sánchez Arévalo.