Ha sido un finde muy duro, agotador, lleno de sufrimiento y de mucho desgaste... A parte de haber salido el sábado, no he hecho nada más. Eso sí, si Santander hubiera sido monte, hoy estaría en prisión por haber provocado un incendio a gran escala. Nada, que la influencia de los señores Sergio Fernandez "El Monaguilo" y Arturo González-Campos hizo mella y al más puro estilo de La Parroquia estuve gran parte de la noche quemándola y quemándola, con la colaboración de Ferry y Nandez. Aunque estos dos, como los demás, acabaron hasta el gorro de mí...
No pongo ningún ejemplo, uno: por respeto a ustedes queridos lectores y dos... porque no me acuerdo de ninguna. Sinceramente creo que es lo mejor.
Y nada, lo dicho, no he hecho más. Estar tirado en el sofa. Aunque bueno, también he cocinado. El sábado removí un rato el arroz que estaba haciendo Nadia y ayer cocí tres huevos y los pelé. Soy un cocinitas bueno, ¿eh? Ah, también he tenido tiempo de ver buen cine, dos pelis como Grupo 7 e Intocable.
La primera trata sobre un grupo de inspectores en la Sevilla pre Expo´92 que tenía como misión acabar con el trapicheo de drogas en el centro de la ciudad. Está muy bien ambientada y de los cuatro actores que encarnan a los expeditivos "caza camellos" (Antonio de la Torre, Mario Casas, Jose Manuel Poga y Joaquín Nuñez), destaca sobremanera el papel de Antonio de la Torre, que interpreta a Rafael, un tipo con mucho carácter, arrogante como él solo y duro en sus formas, marcado por la pérdida de su hermano por culpa de las drogas. En twitter quise reconocer su labor y y me lo agradeció:
@bloogdepielagos gracias
— Antonio De La Torre (@atorrem) agosto 26, 2012
También está muy bien Mario Casas en su papel de Ángel, el novato que rápidamente coge galones. Y como no, Julián Villagrán, encarnando al yonki chivato. En definitiva una peli entretenida, cargada de acción e intriga. Grupo 7 bien se merece un 7 en FilmAffinity.
Y de Intocable qué puedo decir... Creí que yo era el intocable, que era prácticamente imposible que un peli consiguiera emocionarme (y menos si hablamos de cine francés). No llegué a derramar la lagrimuca, pero a puntito estuve. Emotiva y optimista película, generadora de felicidad y alegría. Pues la historia de Driss (Omar Sy) y Philippe (François Cluzet), cuidador y cuidado respectivamente, logra desatar los sentimientos, poniéndolos a flor de piel.
Philippe es un multimillonario parapléjico que no siente nada de cuello para abajo que contrata a Driss como cuidador y juntos viven experiencias que desde su posición antes no habían sentido. Una oda a la amistad en toda regla. Un peliculón al que le doy un 9 en FA.
Muy recomendables las dos. Pero para película la del Racing... Dos partidos en segunda y dos derrotas. Esta vez ante un Córdoba muy delimitadito...
Y ahora, a afrontar la semana con fuerza. Que no ha hecho más que empezar. ¡Ánimo!
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