Sacha Baron Cohen lo ha vuelto a hacer. Horrorizar y agradar a partes iguales. El Dictador se ríe de la democracia a través de la dictadura, haciéndote reír sobre lo que, en principio, no debería hacerte reír: de lo políticamente incorrecto, de lo inmoral... Pero, ¿acaso eso no es lo que se entiende por humor negro? Y en eso el creador de Ali G, Borat y Bruno es experto.
Sinopsis:
El General Almirante Haffaz Aladeen (Sacha Baron Cohen) es un dictador capaz de arriesgar su vida para impedir que la democracia se establezca en el país al que oprime tan amorosamente y con tanto cariño. Rico en petróleo y bastante aislado, el estado norteafricano de Wadiya lleva siendo gobernado por el vehementemente anti-occidental Aladeen desde que éste tenía seis años, cuando fue nombrado Líder Supremo tras la desafortunada muerte de su padre, muerto por desgracia en un accidente de caza, alcanzado por 97 balas y una granada de mano. Desde que accedió al poder absoluto, el consejero de más confianza de Aladeen es su tío Tamir (Ben Kingsley), quien ejerce de Jefe de la Policía Secreta, Jefe de Seguridad y Proveedor de Mujeres. Por desgracia para Aladeen y sus consejeros, el muy vilipendiado Occidente ha comenzado a meter las narices en los asuntos de Wadiya, y las Naciones Unidas han sancionado repetidas veces al país en la última década, pero el Dictador no va a consentir que un inspector del Consejo de Seguridad entre en sus instalaciones secretas de armamento... ¿es que acaso no saben lo que quiere decir "secreto"? Pero después de que un intento de asesinarle le cueste la vida a otro de los acólitos del Líder Supremo, Tamir convence a Aladeen de que vaya a Nueva York a solucionar la cuestión de las Naciones Unidas.
Una trama simple, con un final que se huele a kilómetros
pero que entre tanto tiene multitud de gags muy buenos, diálogos totalmente
hilarantes y sátira política. Aunque cuente con algunas partes de un humor
zafio que no provoca ni una simple sonrisa, se compensa al recordar la
barbaridad que ha soltado antes. Pero el guión, en general, mantiene un buen
nivel de chistes, la mayoría vejatorios para las mujeres... "¿Estás
embarazada? ¿Qué vas a tener un niño o un aborto?". Y del estilo. Muchos
de ellos desternillantes. Eso sí, a Sacha Baron Cohen que no se le ocurra ni
pisar si quiera un Kebab...
Curiosa es la banda sonora, temas conocidos pero cantados en
árabe (escuchar
BSO en Spotify). Y más curioso si cabe es que el palacio de Aladeen está
ubicado en... ¡Sevilla! Durante la película se me hacía muy conocido, hastq que
me ha dado por investigar y he acabado dando con que es la Plaza de
España.
Solo puedo decir que si eres abierto de mente y quieres
pasar un buen rato, vete a ver esta película, porque no te defraudará. Las
risas están aseguradas. A Nadia y a mí nos gustó mucho. En Filmaffinity la
he dado un 7. Te recuerdo que puedes "hacerte amigo mío" y ver
mis votaciones buscándome como mecalito15.
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