Yo no la vi entera, parte me la perdí porque fui al cine a ver El Dictador (luego hablaré de ella). En cuanto llegué a casa, a eso de la una de la mañana, conecté con la inauguración.
Me dio tiempo a ver desfilar a la delegación española (ver vídeo), con los 2,16 metros de Gasol (el abanderado más alto de la noche) portando la bandera:
Un Pau Gasol que unas horas antes de desfilar fue protagonista involuntario "gracias" a su hermano Marc, el cuál se hizo una foto para compartirla con sus seguidores en twitter donde decía que estaba preparado para la ceremonia (ver tweet). Pau aun no lo estaba del todo:
El momento que con más ansia esperaba era el encendido del pebetero. Siempre es un momento emocionante. Y en Londres se superaron. No hubo último relevista, sino que fueron siete chicos los que con sus antorchas prendieron la llama del pebetero. El cuál, de manera sorprendente, se situó en el centro del estadio (ver vídeo). ¿Se quedará ahí durante todos los Juegos? Me extraña que así sea, pues ¿qué pasa con las pruebas de lanzamiento de jabalina o disco? Veremos qué pasa.
Otro momento que llamó la atención, fue cuando la Reina Isabel fue pillada limpiándose las uñas mientras desfilaba la delegación británica. Nuestro rey cazará elefantes, pero a Isabel II la cazaron las cámaras...
Si el pasotismo de la reina de Inglaterra fue muy comentado en la red, no lo fue menos la aparición en escena del abanderado de las islas Fiyi. Josateki Naulu causó furor entre las féminas y muchos hombres en Twitter (ver). Triunfó su indumentaria, por prácticamente no llevar nada, con el pecho al descubierto bañado en aceite. Juzguen ustedes mismos.
Si el judoca fiyiano hizo que le subiera la temperatura corporal a más de una (y uno), la paraguaya Leryn Franco (lanzamiento de jabalina) puede que sea la deportista más guapa de todas las que participan en estos Juegos Olímpicos.
Uno de los momentos más divertidos fue la actuación de Rowan Atkinson. El
genial humorista más conocido como Mr. Bean, hizo
reír al mundo con su interpretación de Carros de fuego (ver vídeo).
En definitiva, fue una ceremonia espectacular. Muy
cinematográfica, pues el director Danny Boyle fue
el encargado de prepararla. Una ceremonia en la que la tradición de la
campiña, el recuerdo de la Revolución
Industrial y el legado musical y cinematográfico ingleses fueron los
motores centrales del espectáculo sensorial que maravilló al público del Estadio Olímpico y a los 4.000 millones de
telespectadores de todo el mundo.
Para ver un resumen express de la ceremonia pincha aquí. Además, podrás leer la crónica de la misma que
escribe el enviado especial a Londres de Rtve: Ramón Pizarro.
¿Qué os pareció la ceremonia de inauguración?
¿Qué echasteis en falta o qué os sobro? ¿Se os hizo amena o pesada?
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