Anoche, tras la victoria del Real Madrid ante el Granada, CR7 declaró que, a pesar de haber marcado dos goles ante el conjunto nazarí, estaba triste. La razón, que no se siente querido. Y es que el luso, ya no quiere a Irina y por quien llora por las noches mientras se cepilla el pelo es por Mou. Su sueño más repetido es este que las cámaras de Marca han logrado conseguir de la cabeza de Cristiano:
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