Una pena cómo se le fue el partido anoche al Mirandés contra el Espanyol. Pero no está todo perdido, ni mucho menos. espero que en Anduva el equipo burgalés tire de casta y consiga ganar, pues habiendo marcado dos goles fuera de casa lo tiene más fácil para pasar de eliminatoria.
Pero tiene narices que hayan perdido el partido, pues si el señor Mateu Lahoz hubiera pitado lo que tenía que pitar, el resultado, a bien seguro, hibiera sido diferente. Cómo no, el equipo pequeño fue el que salió perjudicado.
El primer penalty, cometido sobre Alain, lo es. Se puede o no pitar. Pero el segundo es de escándalo, hecho por Amat también. Jugador que no tuvo el día, pues el golazo de Pablo Infante, la sensación del campeonato, vino tras un error garrafal del catalán. Y la jugada del primer gol del Espanyol parece fuera de juego, la repetición no lo deja muy claro, pero lo parece. (crónica de Marca)
En el triste recuerdo racinguista siempre nos quedará guardada la jugada del penalty que se inventó el arbitro que la mangó anoche en Cornellá-El Prat: Mateu Lahoz.
4 de febrero de 2010. Tres mil cántabros en las gradas del Calderón. Una ilusión común que con el paso de los minutos se transformó en desilusión. El Racing salió agarrotado, temeroso. Y lo pagó. Pero todo se trono aún más negro cuando el colegiado valenciano se inventó un penalti de Toni Moral sobre Jurado tres metros fuera del área. De escándalo. Y a partir de ahí pudieron haber caído cuatro más, pues los ánimos racinguistas quedaron por los suelos y pisoteados. (crónica de Marca)
Una gran oportunidad perdida.
ResponderEliminarsaludos