Asaltan una joyería de madrugada en Bilbao y la "poli" necesita un sospechoso.
Entonces encuentran a un borracho cerca del lugar y lo llevan a comisaría. Allí lo bajan al sótano y un "poli" empieza a meterle la cabeza en un cubo de agua.
Cuando el borracho está casi sin aire, el "poli" lo saca y le pregunta:
- ¿Dónde están las joyas?
El borracho balbucea intentando coger aire y respirar, pero el "poli" repite la operación tres veces, hasta que a la cuarta lo saca.
El borracho, a punto de morir ahogado, empieza a jadear tomando aire y el "poli" repite:
- ¿Dónde están las joyas?
Y el borracho le contesta:
- ¡Cagoendiosssss! ¡Contratar a un buzo, hoooooostia, que yo no las veo!
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